La escasez de agua es un problema creciente que afecta directamente a la producción agrícola y, por consiguiente, a los ingresos de los agricultores. En este contexto, adoptar estrategias de riego eficiente en sequía es clave para optimizar el uso del agua y mantener la productividad de los cultivos.
El cambio climático ha acentuado los efectos de la sequía en muchas regiones, lo que ha llevado a los agricultores a replantearse sus métodos de riego. No se trata solo de reducir el consumo de agua, sino de hacer un uso más inteligente de este recurso, adaptando las técnicas de riego a las necesidades específicas de cada cultivo y suelo. A continuación, exploramos técnicas para ahorrar agua en la agricultura y reducir las pérdidas hídricas en tiempos de sequía.

Estrategias para Optimizar el Uso del Agua en la Agricultura
1. Programación Eficiente del Riego
La planificación del riego es clave para evitar tanto el exceso como la deficiencia hídrica en los cultivos. Un uso adecuado del agua no solo mejora el rendimiento de las plantas, sino que también contribuye a reducir costes y minimizar el impacto ambiental. Para lograr una programación eficiente del riego, es fundamental considerar:
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Evapotranspiración del cultivo, es decir, la cantidad de agua que se pierde por evaporación y transpiración de las plantas.
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Necesidades hídricas específicas de cada especie agrícola, ya que algunos cultivos requieren más agua que otros.
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Humedad del suelo, la cual puede ser monitoreada con sensores que permitan aplicar riego en el momento adecuado.
Un buen programa de riego permite ahorrar agua en cultivos, reducir los costes energéticos y minimizar el estrés hídrico, lo que se traduce en una mayor calidad de la cosecha.
2. Fraccionamiento del riego para una mejor absorción
En lugar de aplicar grandes volúmenes de agua en una sola sesión, dividir la cantidad total en varias aplicaciones más pequeñas permite una mejor absorción y reduce las pérdidas por escorrentía o evaporación. Este enfoque es especialmente útil en suelos arenosos, donde el agua se infiltra rápidamente y es más difícil de retener.
3. Momento óptimo para regar y reducir la evaporación
Para evitar la evaporación excesiva, se recomienda regar durante las horas de menor radiación solar:
- Al amanecer o al anochecer, cuando la temperatura es más baja.
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Evitando las horas centrales del día, en las que el sol y el calor provocan una evaporación rápida del agua aplicada.
4. Aplicación de riego deficitario controlado
El riego deficitario es una técnica que consiste en reducir la cantidad de agua aplicada durante ciertas fases del crecimiento del cultivo, priorizando el riego en momentos críticos como la floración y el cuajado de frutos. En cultivos leñosos como el almendro y el olivo, esta estrategia ha demostrado ser eficaz para optimizar el uso del agua sin comprometer la producción.
5. Mantenimiento de los sistemas de riego para evitar pérdidas
Un sistema de riego eficiente no solo depende de la cantidad de agua utilizada, sino también de su correcto mantenimiento. Para evitar pérdidas innecesarias, es fundamental:
- Revisar y limpiar los filtros y tuberías periódicamente.
- Reparar fugas y controlar la presión.
- Verificar el caudal de los emisores de agua.
6. Manejo del suelo para mejorar la retención de humedad
La capacidad del suelo para retener agua puede mejorarse mediante diversas técnicas de conservación:
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Uso de acolchado (mulching) con materiales orgánicos o plásticos para reducir la evaporación.
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Compactación de surcos en riego por gravedad, lo que ayuda a mantener el agua en la zona de las raíces.
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Eliminación de malas hierbas, que compiten con los cultivos por el agua disponible.
7. Aclareo de frutos y poda para reducir la transpiración
La reducción del número de frutos en árboles frutales permite que los recursos hídricos se concentren en menos unidades, mejorando su calidad y tamaño. Asimismo, la poda en verde, que consiste en eliminar hojas y brotes innecesarios, disminuye la transpiración y, por ende, el consumo de agua de la planta.
8. Elección de cultivos resistentes a la sequía
En regiones afectadas por la sequía, optar por variedades que requieran menos agua es una estrategia fundamental. Algunas especies han desarrollado mecanismos de adaptación, como raíces más profundas o un menor índice de transpiración, que les permiten sobrevivir con menos recursos hídricos.
9. Fertilización inteligente para maximizar la eficiencia del riego
El uso adecuado de fertilizantes también influye en la eficiencia del riego. Se recomienda:
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Reducir el nitrógeno en épocas de sequía, para evitar el crecimiento excesivo del follaje, que incrementa la transpiración.
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Aumentar el fósforo y el potasio, que refuerzan la resistencia de las plantas ante la escasez de agua.

Riego por Goteo: La mejor técnica para ahorrar agua en la agricultura
El riego por goteo es el sistema más eficiente para aplicar agua en zonas con limitaciones hídricas. Sus principales ventajas incluyen:
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Ahorro de agua: Reduce el desperdicio de agua al aplicar solo la cantidad necesaria.
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Mayor eficiencia en el uso de fertilizantes: Permite la fertirrigación, distribuyendo los nutrientes junto con el agua de manera precisa.
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Reducción de enfermedades y malezas: Al evitar el encharcamiento en la superficie, se minimiza el crecimiento de malezas y la propagación de hongos.
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Ahorro de energía: Utiliza menor presión que otros sistemas de riego, reduciendo el consumo de energía.
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Automatización y control: Facilita la programación del riego con sensores y temporizadores para optimizar el uso del agua.
DeepDrop® System: Innovación en Riego por Goteo
DeepDrop® System es el sistema de riego subterráneo más eficiente del mercado, mediante el control visual a través de la cápsula, podemos controlar su correcto funcionamiento desde la superficie, evitando cualquier tipo de pérdidas u obturaciones.
Con DeepDrop® System podemos ahorrar hasta un 70% de agua, ya que regamos directamente en la raíz, eliminando los efectos de la evaporación, la escorrentía y la percolación.
Es fácil de instalar y de bajo coste. Se puede adaptar a cualquier sistema tradicional de riego por goteo en superficie. Apto para todo de cultivos y jardines, excepto gramíneas.
¿Cómo Funciona?
- Distribución controlada del agua: El riego comienza con el agua circulando a través de la tubería principal, desde donde se deriva hacia un gotero autocompensante mediante un latiguillo.
- Regulación del caudal: Este gotero, visible a través de una cápsula transparente, mantiene un flujo constante e uniforme, independientemente de la presión del agua.
- Infiltración profunda y eficiente: Desde la base de la cápsula, el agua es canalizada a través de un tubo que la transporta hasta 40 cm de profundidad, alcanzando directamente las raíces.
- Optimización del riego: Al llegar a esta profundidad, se forma un bulbo de humedad de aproximadamente 60 cm, asegurando una distribución homogénea del agua y minimizando pérdidas por evaporación o escorrentía superficial.

Ventajas de usar DeepDrop® System:
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Ayuda a controlar el estrés hídrico.
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La instalación de nuestros sistema de riego por goteo es fácil y sencilla.
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Genera un ahorro importante en el consumo de agua evitando pérdidas por evaporación o escorrentías.
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Salva las capas impermeables de los terrenos arcillosos, evitando las inundaciones por riego.
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El sistema de riego localizado guía las raíces al subsuelo, fortaleciendo el arraigamiento de los árboles.
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El agua llega al subsuelo evitando el crecimiento de malas hierbas en superficie.
Espacios de aplicación de DeepDrop® System:
El Sistema de riego DeepDrop® se adapta al tipo de raíz de cada cultivo, tiene múltiples aplicaciones:
- Invernaderos, viveros, cítricos, huertos, riego de árboles y jardines.
- Riegos en condiciones desérticas.
- Riegos en terrenos arcillosos para salvar la capa impermeable.
- Adaptable a cualquier tipo de sistema de riego por goteo en superficie.
- Uso doméstico.
Conclusión
Implementar estrategias de riego eficientes durante la sequía es clave para mantener la productividad agrícola sin desperdiciar recursos hídricos. El uso del DeepDrop® System, junto con prácticas como la programación eficiente del riego, el manejo adecuado del suelo y la selección de cultivos resistentes, permite garantizar la producción agrícola en un contexto de creciente escasez de agua. Además, adoptar tecnologías avanzadas y monitorear constantemente las necesidades hídricas de los cultivos garantiza un rendimiento estable incluso en condiciones climáticas adversas. Aplicar estas prácticas no solo protege las cosechas, sino que también contribuye a la sostenibilidad del agro, asegurando la rentabilidad a largo plazo.