Cuando visitamos a Antonio Jiménez, agricultor, en su finca, para comentar como le funcionaba el nuevo sistema por goteo subterráneo que había instalado, en medio de la conversación dijo: “el año pasado los árboles estaban adormecidos”. Esta frase, tan descriptiva como poética, nos generó un fuerte impacto.
Después de 6 meses de haber colocado el sistema de riego subterráneo DeepDrop® en su finca de mangos y aguacateros en Vélez-Málaga, no solo había ahorrado un 50% del agua respecto al tradicional riego gota a gota que tenía instalado anteriormente, sino que sus árboles parecían haber despertado de nuevo, con un verdor que se impuso incluso a pesar de la plaga del pulgón que ataca por las hojas de los árboles y no desde las raíces.
En las islas Baleares, el agricultor Carlos de Port d’Andratx (Mallorca), nos envía unas fotografías del antes y el después de haber insertado el sistema de riego DeepDrop® en sus aguacateros.
Las imágenes muestran el florecimiento de uno de ellos. En la imagen de la izquierda se ve unos de sus árboles justo en el momento en que puso sus nuevos goteros, a fecha de 3 de agosto y, en la imagen de la derecha, se ve el mismo árbol 3 meses después, a 13 de octubre. Carlos nos dice que está muy contento porque, después de los fuertes calores de 2022, con este sistema ha visto crecer medio metro su árbol.
Veamos otro ejemplo en el que ha sido implementado el sistema de riego subterráneo DeepDrop®, en este caso, para olivar instalado este mismo agosto. Se trata de una finca de 500 olivos situada en el municipio de Alameda (Málaga).
El agricultor nos comenta que desde que ha introducido este sistema para sus árboles, las aceitunas ya no salen arrugadas y las hojas tienen mejor aspecto. Así pues, tanto el fruto como las hojas de los árboles que reciben agua directamente a la raíz, el árbol parece agradecerlo en bien poco tiempo.
Otro ejemplo de olivar, en este caso para una finca superintensiva, lo encontramos en Badajoz. Cuando contactó con nosotros Juan en agosto, nos preguntó específicamente si el sistema de riego DeepDrop® funcionaba para riegos con aguas muy duras, con un alto contenido en magnesio.
Como acostumbramos a hacer para los agricultores que no conocen aún el sistema, les aconsejamos que hagan una prueba en un sector de su finca para comprobar ellos mismos los resultados. A 29 de septiembre nos envía las siguientes fotos de los árboles en los que ha probado DeepDrop® System. Juan ha decidido ampliar el número de árboles con este sistema porque el resultado le ha valido la pena.
A Gonzalo Cabrera de Las Palmas de Gran Canaria, le enviamos los goteros de riego subterráneo DeepDrop® System el 10 de agosto. Los utilizó para incorporarlos en el jardín de su casa. Les mostramos algunas de las fotografías
que nos hizo llegar el 29 de septiembre, en este caso de un limonero y de un árbol de nísperos.
Gonzalo nos comenta que está muy contento con los resultados puesto que ha pasado de consumir 71 m3 antes de poner DeepDrop® System a 37m3, una vez puestos, tal como aparece en sus facturas de agua que paga cada dos meses. Así pues, Gonzalo ha visto cómo se ha reducido un 52% el consumo de agua gracias a esta sencilla tecnología de riego.
La superficie agrícola no es fácil de llevar en un país que lleva años sufriendo sequía meteorológica pero también sequía hidrológica y agrícola. No se explica solo por la sequía si bien puede ser uno de los factores, pero la cuestión es que la despoblación rural es un hecho tan incontestable como que el propio Ministerio de Transición Ecológica añadió a su título “y el Reto Demográfico”.
La agricultura es muy desconocida en España, probablemente porque las superficies que más población albergan son las ciudades. Y en las ciudades, las personas se desconectan de la naturaleza. Los campos agrícolas quedan lejos de la mayoría de la población urbana, a pesar de ser quienes también los alimenta. En España, la agricultura supone el 2,4% del P.I.B en España. Podría parecer poco, sin embargo, dentro de la UE es el quinto país que más cultiva. Además, el sector agrícola nos provee de comida y otras necesidades, pero también se hace cargo de una amplia superficie que sino estaría descuidada. El abandono de campos agrícolas se relaciona con cambios de dinámicas vegetativas, con la ocupación de bosques y matorral que no siempre se mantienen y que favorece incendios, el abandono de pueblos o con espacios que, potencialmente, pueden convertirse en vertederos incontrolados, algo por lo que España ya ha sido sancionada por la UE.
Los habitantes de las ciudades, lejos de las problemáticas de la gente y de lo que significa el sector primario, no son conscientes de las grandes dificultades por las que atraviesa este sector, además de la sequía. Después de largos periodos de sequía, por ejemplo, y más con los efectos del cambio climático, después de padecer una dura sequía y todo lo que conlleva, de pronto, pueden tener una gran inundación y perder en unas horas toda la cosecha de una temporada entera. Por otro lado, existen grandes diferencias de precio entre los precios de inicio de los agricultores (sobre todo si se trata de pequeños o medianos cultivos), respecto al precio final que pagan los consumidores, lo cual no empuja a los agricultores a animar a sus hijos a quedarse en los campos porque se sienten agasajados por un sistema de precio que les penaliza.
Pero cuando un agricultor, con una gran sonrisa, te muestra un árbol y te dice “El año pasado estos árboles estaban adormecidos” y te lo muestra todo verde y ha podido optimizar un 50% su disponibilidad de agua, entonces ves razones para la esperanza.
La esperanza de poder reducir el consumo de un bien escaso, optimizando el que hay y creando capas de humedad más estables bajo el suelo. Y esto es importante ya que con el cambio climático la sequía hidrológica es muy posible que vaya a más por la demanda de la atmósfera de evaporación y evapotranspiración.
Así pues, contar con alternativas que permitan una mayor racionalización del uso del agua, puede ayudar a hacer frente a uno de los grandes retos del sector agrícola. Una mejor gestión del agua puede, además, suponer una mejora de la calidad de los suelos. Hablamos pues de más cosas que de optimización del recurso del agua, que no es poco, hablamos también de agricultura regenerativa.